martes, 10 de junio de 2008

La Secretaria

No es mala voluntad. Es que no puedo.
No puedo ser La Secretaria, así con mayúscula. Me niego a los pantalones negros de vestir comprados en un locas de Cabildo que se llama "marilú", de esos universales, que siempre se usan y nunca están de moda. Me es simplemente imposible calzarme ese trapo, ponerme botas de caña alta con siete centímetros de taco, un blazer de jean...
La ropa de Secretaria no es para mi. Yo prefiero las polleras por abajo de las rodillas y medias de lycra de colores. Un pullover negro siempre es mejor que esos sweatercitos espantosos color durazno.
Además, yo me pregunto: ¿Quién diseña esas camisas blancas tipo consultorio? Porque, seamos sinceros, además de ser horribles, a ninguna mujer que use 95 de corpiño le puede entrar.
Otra cosa que me pasa casi siempre. Viajo en colectivo para llegar trabajar y veo a mis congéneres, rumbo a sus escritorios.
Han desarrollado una habilidad sobrenatural para maquillarse en el trayecto, espejito en mano, aún con el constante movimiento de la cafetera. A mi, si hiciera eso, me quedaría la cara llena de colores inverosímiles por todas partes, cual payaso espástico escapado del manicomio.
No, me niego rotundamente a usar sombra celeste en todo el párpado. No soy un centro de mesa. No quiero estar llena de polvos y productos. ¿Hace mi apariencia más eficiente a mi trabajo? Es una eficiencia con un gusto pésimo, entonces.
Ser secretaria no puede implicar matarse los pies a metros sobre el nivel del mar, pintarrajearse como una nenita de tres años incursionando en el mundo de los mayores ni meterse en esas camisas que no cierran el pecho.
Será el destino de la secretaria. Pero yo, yo me rebelo. Y que todas las viejas del mundo vengan a exigirme turnos a la madrugada: no voy a usar rubor. Nunca.

8 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

Che, hola! Así que estudiás filosofía?? En la UBA?? Qué bueno, yo justo ahora estoy con mi segundo año de Grecia y me estoy por meter con todo ese tema.

Gracias por comentar en mi blog; un beso!

chule dijo...

jajajajaj
tal cual
soy secretaria y pienso lo mismo!
besos

матiаs dijo...

Me encantó!!! Creo que debe ser una de las profeciones más estereotipadas del mundo (esta y la de peluquero) y me encanta que te rebeles, vamos las secretarias rebeldes!!

Muchos saludos

Anónimo dijo...

pantalon negro, camisa blanca, sweater durazno, blazer de jean y botas de caña alta y tacos...
solo pueden usarse con sombra celeste y rubor brilloso, por favor

muy buen post
saludos

Discontinua dijo...

Me acordé de una amiga, que trabajó de secretaria algunos años y fue contundente, yo de secretaria nunca más, la ropa de secretaria no la quiero,
beso.

P dijo...

-¿Por qué viajó el primer blogger de wordpress a blogpost?

-Mirá el logo de google.

N dijo...

JAAJAJA
ME ENCANTO....esa definicion de secretaria burocrata que trabaja bajo el yugo del proletariado imperialista
jajajaa



VALGASEEEE
VAYA VESTIDA COMO SECRETARIA FLOGGER...PONGALE COLOOOOOR!!!!


muy buenos post!

N

Anónimo dijo...

Ey secretaria, volvee!!